Basta de pensamientos que destruyen el alma y los sentimientos, todo esto solo provoca que nos convirtamos en nada o en nadie, hay mucho más por lo que luchar, conocer y descubrir.
Queda mucho por descubrir dentro de cada una de nosotras, mucho más que aún podemos hacer y dar… Dar, sí, dar, esa acción que nos hace más nobles y dignas. Cuando se cierra una puerta, otra se abre.
Todas merecemos más
Que cada una de ustedes que leen esto, sepa que es para ustedes, amigas, mujeres hermosas y valientes. Puede que perdieran la batalla pero no la guerra, sean felices y estén agradecidas por todas las cosas que nos pasa y sucede, pues de toda experiencia se aprende y de todo dolor nace un gran perdón que nos hace mejores personas.
Sonrían, que ello es buena medicina para el alma y cojan su saco de dolor de sufrimiento heridas y todo aquello que no deben seguir cargando y tírenlo por un precipicio tan profundo que nunca más se deje ver el dolor, las lágrimas, el sufrimiento y la soledad.
Caminen erguidas con la frente en alto, porque en ese camino Dios les pondrá la persona con un corazón conforme al de ustedes y serán tan felices que nunca más se acordarán de las cosas que vivieron.
Todo lo vivido y sufrido será como aguas que pasaron, recuerden lo que les digo y tengan el corazón abierto, para ayudar y dar al que necesita una palabra de aliento, a su debido tiempo Dios se lo devolverá doblemente, mis mujeres quieranse, valórense y no se dejen vencer.
Una mujer no es cualquier cosa (nunca lo olviden). Siempre sacamos lo mejor, incluso de lo peor que nos ha tocado vivir, somos criaturas de amor valentía y progreso.
Recuerda: El hombre sabio nos sabrá valorar, el necio nos dejará escapar y nosotras siempre ganaremos las batallas. Porque sabemos amar.
Por lo tanto, hoy repasa tu vida pero decide ser feliz, viviendo cada día como si del mejor se tratase. Donde antes había dolor, ahora ya no lo hay, pues queda la esperanza, así que mira la vida con amor.
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