A veces pienso que la pasión es un arma de doble filo. Poner el alma en un proyecto puede ser devastador cuando el proyecto no funciona ¿Qué pasa cuando encontramos una piedra grande y pesada en el camino?
Pero también es esa misma pasión la que puede inspirarnos para admitir que algo no ha salido bien (aceptar el fracaso no significa que no vayamos a superarlo) y a buscar otra salida. Lo siento, sé realmente un lugar común afirmar que de todo fracaso se aprende (odio los lugares comunes), pero no me queda otra que volverlo a decir. Aunque tampoco es fácil elegir bien después de un fracaso. Como no es fácil entender los indicadores del fin de una etapa, descubrir una oportunidad para volver a enamorarse, tomar nuevas decisiones, virar el rumbo en la autopista de la vida.
Ah... que simple es hablar de todo esto y qué complicado llevarlo a la práctica. ¿Qué es el éxito a fin de cuentas? ¿Una medida personal o simplemente la vara con la que nos miramos en relación a los otros?
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